Lo bonito y la joroba del internet

En la actualidad nos movemos en una alfombra voladora bordada con lentejuelas, en espacios sintéticos sociales, nos aventamos un chapuzón en la alberca de pelotas plásticas inmersa en las redes tecnológicas, redes color idas con estuches de tinta HP. Estar en contacto con las computadoras es cosa de todos los días, es laptop de diario e impresora que gotea cada segundo. Personas de todas las edades padecen el síntoma , "aguiditisinternetiris" que se diagnostica con leves síntomas, el más notable es la aparición de manchas cerebrales que plasman una palabra: necesidad. ¿Necesidad? Exacto, el afán de conectarse al universo cibernético tecleando www (WorldWideWeb) ha logrado que ésta se inserte en una amplia variedad de actividades en el ámbito de gran parte de nuestra vida cotidiana y cada vez más monótona (si se le da un mal uso a las señales destino-internet).

Hojeando libros palpables encontré que, el diccionario común define "internet "como una red de computadoras ubican en diferentes lugares del mundo, que intercomunicadas, comparten información.

Me complace recalcar que el internet es un medio comunicacional que se desarrolla constantemente y su crecimiento está siendo impresionante, (no puede ser malo del todo) constituye un aporte a las tecnologías mundiales (obviamente) y ha resultado una herramienta indispensable para la sociedad y la época globalizada latente, impactando en todos los ámbitos y en cada pequeño rincón del vago (jojo) que van desde las grandes empresas multimillonarias hasta una pequeña habitación de estudio.

Para casi concluir, utilizar internet es parte de una rutina establecida por muchas personas en cualquier ámbito social, pero todos los usuarios lo utilizan con diversas intenciones, con varios sentidos y diferentes fines de acuerdo a lo que conocen, a su acceso, sus alcances y posibilidades, y así como tiene cosas positivas tiene sus contras.

Lo bonito y lo jorobado del internet ya es cuestión de perspectivas, está en sus manos habilidosas (hábiles) y a la conexión con su cerebelo decidir si van a desperdiciar un regalo divino y jorobarse en sus sillas o ser reflexivos y con capacidad para exprimirle jugo tecnológico a lo que se nos pone bajo las huellas dactilares.